ANALIZANDO LOS ÁMBITOS DE INTERVENCIÓN...
REFLEXIÓN FINAL:
El papel del educador o educadora social es necesario en la sociedad en la que vivimos, puesto que atiende a numerosos colectivos como la infancia, la edad adulta o la drogodependencia, entre otros. Esto nos permite llegar a la conclusión de que su labor es fundamental para el bienestar social, ya que tiene en cuenta nuestras necesidades, independientemente de cual sea la situación en la que nos encontremos.
Por otro lado, no solo busca la reinserción social, sino también una adecuada educación a lo largo de nuestras vidas que nos permita ser miembros activos de nuestra sociedad. Esto se trabaja mediante la atención comunitaria, la cual tiene diferentes niveles de actuación, desde lo individual hasta lo social, pasando por niveles intermedios como la pareja y la familia, lo grupal y lo comunitario. Asimismo, atiende a diversas problemáticas y promueve alternativas como los grupos de ayuda o la supervisión, fomentando el equilibrio, por ejemplo. Lo que nos permite comprender la importancia de esta labor en la sociedad.
De este modo, el bienestar social no solo depende de los profesionales de este ámbito, sino de todos los miembros de la sociedad, por lo que es nuestro deber aportar nuestro granito de arena para alcanzarlo, además de darle valor a la grandiosa tarea que realizan estos profesionales y que realizaremos nosotros en un futuro.
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